sábado, 25 de enero de 2014

JEFF BUCKLEY




    Jeff había nacido para brillar en penumbra... Uno de esos seres virtuosos cuyo cometido es efímero pero intenso. Una estrella fugaz que deja su estela perpetua en el firmamento o algo así. Hijo del aclamado cantautor de folk Tim Buckley, fue un rebelde con causa musical, pues la impronta genética, más un 
inusitado interés por la creación hicieron de él a ese gran desconocido que proclamó gloriosa su única pieza de estudio: "Grace". Catalogado por críticos y entendidos como una obra maestra de la música contemporánea ha sido descubrimiento e inspiración para muchas de las bandas del rock de las dos últimas décadas. Grandes músicos de la categoría de Thom Yorke, (De los Radiohead) Matt Bellamy, (De Muse) Chris Martin (De Colplay) o el mismísimo Rufus Wainwright han recibido una clara influencia de Buckley que se ve retratada en su labor de vocalistas (Tienen todos una curiosa similitud tonal y de modulación) y en la atmósfera que son capaces de crear con su voz.
 
   Admirador a su vez de "Grandes" de  la música como Leonard Cohen, Nina Simone o Bob Dylan... Buckley consiguió contar desde un lenguaje tan rico y atractivo como inaccesible ( Su rango vocal era de 4 octavas y media) temas como ese " Lilac Wine", que ya versioneara la Simone años atrás, y que son muestra de la complejidad y belleza de una voz que sacude el alma sin que duela. Pero el tema que fue, sin duda, una conquista sobre terrenos nada cómodos (Ya sabemos lo que significa Cohen en el panorama musical) es su particular versión del "Hallelujah" que es lírica y poesía sin el dramatismo de Cohen y con la fuerza moderada de quien narra un cuento o canta una nana que no pretende adormecer sino despertar eso tan profundo que anida en las raíces de los pies. Hay quien asegura que se trata de la mejor versión de ese tema y que supera a su original. Yo estoy de acuerdo con esa afirmación.
    La razón de este recordatorio tan poco meditado es que he vuelto a escuchar algún tema inédito de Jeff, de esos que jamás llegaron a grabarse en un estudio y se ha despertado en mí la necesidad de dedicarle un espacio a una de las voces más fascinantes que han existido jamás.
 Un referente que sigue cultivando mi amor por quien suena diferente y sabe ganarme con la sutileza de un mago o un artesano... Siempre fuí exigente con eso. Ya lo sabéis. Nunca sabremos si fue el río Lobo el que te enguyó calladamente, o si tu bipolaridad te llevó a los brazos de una ninfa enamorada... Qué importa ya. Quedan tu silencio y tu vida, un apellido al que te agarraste con fe, un don enigmático escalando notas y descendiendo a los infiernos... Un camino intenso el andado... Hoy te he querido pensar amigo Jeff...




lunes, 13 de enero de 2014

MORDRED




MORDRED: ¡Bienvenida…! Extraña palabra pronunciada entre mis labios. Bienvenida (Ríe) Como si fuera posible integrar el significado del concepto sin más. Como si de repente pudiera olvidar que mi existencia es la triste consecuencia de un propósito que no me pertenece. Sentir afecto es alienante, no produce nada en mi piel y desconozco si es por la carencia o la inapetencia. Soy fruto de la ira y de la ambición ¿cómo podría transformar mi sino en alma o pasión siendo hija de la oscuridad? Hoy, en cambio, es diferente, noto un nuevo palpitar en las vísceras, un estertor de vida, un porqué, una salida. He encontrado mi sitio, mi primer lugar, mi única verdad. Esto es sólo un paso hacia lo que espero de mí, sin filtros ni aditivos. Soy Mordred, al menos empiezo a serlo. Soy Mordred y quiero seguir aquel instinto amputado de la niña que fui, para entender mi búsqueda del ahora ¿No es ese el sentido real de existir? ¿Es eso lo que nos diferencia de los animales? No, no quiero ser un cuervo… Sin embargo siento mis alas negras y puedo respirar la tempestad. Pero no, no soy un cuervo. Sólo necesito un indicio, una pista que me haga comprender la inclinación de la balanza. Podría hacer de mí un ser polar e inabarcable. Mi bondad podría ponderar las excelencias de una vida en paz, mi oscuridad, sin embargo,  prepararía sin dificultad el camino de la codicia. Se llamaba Mordred, empezó de cero y acabó construyendo sus éxitos en soledad, pero sin conflictos ¿Es eso lo que quiero? Tengo la certeza de que podría sacrificar una parte de mí sin remordimientos, pero ¿Cómo? Habla destino, no permitas que camine a la deriva cuando dispongo de unas riendas…




Fragmento de la pieza "Kamelot" estrenada en 2011.

lunes, 6 de enero de 2014

A LA MIERDA V



    A la mierda los que rigen sus vidas en base a ese ridículo papel moneda que ha pasado por muchas manos pero que sólo se queda en unas pocas. A la mierda quienes creen que existe una felicidad tras la apariencia, la ostentación o las buenas maneras, sin nada humano que lo sostenga... Quienes fingen ser quienes no son... niegan lo que son y venden su alma a un Dios impío que no vela por orígenes o destinos... Qué indefendible resulta la codicia ante los ojos de la naturaleza. A la mierda quienes miren a los visitantes de contenedores sin que se les parta el alma por un instante, los que ven en la indigencia un mal y jamás un espejo en el que mirarse. Eso es pobreza absoluta, de la que no se regenera ni en la tumba. A la mierda el wasap. Sí, han oído bien, y los dichosos grupos y esa exigencia manifiesta que está implícita en cada mensaje, solicitando inmediata respuesta. Qué pronto hemos olvidado la palabra y la mirada... qué fácil es desarrollar una lesión cervical enfrascado en esa conversación sin fin que monopoliza las prioridades del ser, mientras alrededor...suceden tantas cosas. A la mierda las dependencias tecnológicas y los avances que nos hacen olvidar nuestra pequeñez. Seguimos sin ser nadie al lado de esta inmensidad que es el universo. A la mierda pues, el ego universal que todo lo corrompe. La humildad otrora estandarte de humanismo y ilustración...es ahora una losa imposible de desintegrar sino es con pico y pala. A la mierda toda esta pantomima navideña idiotizante y alienante en la que caemos todos como moscas en la miel ¿tan difícil resulta comprender que la única verdad absoluta de la Navidad es que nos queremos más porque nos dicen que lo hagamos? salvando conflictos insalvables, sucumbiendo ante la voraz ilusión de esa pretendida unión familiar, relajando los demonios internos para perpetuar la paz universal aunque el mismo 7 de enero quieras aniquilar al vecino porque su perro ladra a todas horas y te altera el sueño... A la mierda los "mañana será otro día", "prometo que cambiaré", " hoy no me siento con fuerzas" y todas esas patrañas que creamos intencionadamente para frenar nuestros impulsos más verdaderos, esos que nos elevarían con tan sólo dar un salto... a la mierda por ser lápida de sueños y tierra baldía para la vida que pudo ser... En nuestra esencia reside el arte de volar..A la mierda esta sensación constante de que nos engañan, sensación que nunca transciende más allá de la palabra intencionada y sobrecargada de razones, esa que no suele apoyarse en acciones concretas de precisión meridiana. A la mierda, a la mierda, a la mierda!!! Ya está. Feliz año...Juas, juas...